Muerte Piadosa (Eutanasia)

Luis Santiago Calle Quirós
4 min readOct 4, 2021

Existen muchas historias de Enfermeras y Médicos que han aplicado muertes piadosas o eutanasia a algunos de sus pacientes más graves, ya sea porque creyeran que era necesario o porque el paciente se lo suplicara en aquellos momentos de lucidez y sufrimiento excesivo, cuando sólo estaban el paciente terminal y el personal encargado de atenderlo con tratamientos reconfortantes, pero para nada útiles.

No es un secreto que la medicina moderna ha logrado extender la vida humana hasta el punto que puedan vivir muchos más años que el promedio de vida de épocas más antiguas. Enfermedades que hace dos siglos eran mortales en la actualidad ya no lo son y enfermedades nuevas como el Covid-19 pueden tratarse aunque sean desconocidas, incluso encontrar una solución provisional como una vacuna para combatirla (no curarla), evitando así muchas muertes.

“Apago el respirador y ayudo a los pacientes a morir en paz” fueron las palabras de la jefa de enfermeras de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Universitario Royal Free de Londres, Reino Unido. Y es que estas enfermeras tienen fuertes testimonios de cada una de las veces que debieron retirar los respiradores escasos a los enfermos que creen ya no tiene esperanza de vida, para dárselo a un enfermo que posiblemente tenga más posibilidades de sobrevivir. Esto quizás para algunos suene fácil, pero el decidir dejar ir a una persona para salvar a otra cuando trabajas salvando vidas, no debe ser nada fácil, ya que te entrenaste para tratar de salvar la mayor cantidad de personas que llegan a tus manos.

Actualmente, la eutanasia es legal solo en Alemania, Suiza, en Australia sólo en el estado de Victoria y en Estados Unidos algunos estados como California, Colorado, Hawai, Maine, Nueva Jersey, Oregón, Vermont, Washington y también en el Distrito de Columbia. Desglosados puede que parezcan muchos, pero sólo Estados Unidos tiene 50 estados y son pocos estados y ciudades los tienen esta opción, además para acceder a este procedimiento es necesario recurrir a procesos judiciales, los cuales son lentos y bastante complicados.

Pero en una zona de guerra no existe tiempo para procesos judiciales y me pongo una y otra vez en la posición de un moribumdo hombre quemado, desmembrado, mutilado, al borde de la muerte que en dichos momentos pareciera llegar muy lenta y dolorosamente, como saboreando los minutos o las horas de agonía de la persona infortunada.

Entiendo los gritos y súplicas para que se apiaden de ese ser humano y lo asesinen. Yo me pregunto: ¿Por qué aguantar un dolor tan horrible? En muchos casos, esta agonía la hemos logrado prolongar por horas, días, semanas, meses y años, ¿por qué no apiadarse de esa persona y enviarla a la tranquilidad de la muerte?

Es que usualmente la respuesta está atada a problemas morales de las demás personas como “soy médico, salvó vidas no las quito”, “¿qué va hacer de sus familiares?”, “¿qué pasa si se puede salvar?”, “Dios toma la decisión, no yo”. Las respuestas suelen ser más fáciles de lo que las personas suelen aceptar, pero la muerte es algo que no solemos aceptar ni recibir muy bien, pues el miedo que rodea la muerte es bastante alto.

Creo que los problemas morales de las demás personas, su religión, sus creencias no deberían ser un obstáculo para mí y mis decisiones o las decisiones de los demás. En muchos países las personas tienen el derecho de decidir si desean resucitación o no a la hora de un accidente, al igual que a muchas otras personas se les permite negarse a recibir transfusiones de sangre. Sin embargo, aún tenemos esos grandes dilemas cuando se trata de permitir a una persona ponerle fin a su existencia de una manera planificada, no sé si será envidia de algunos, que no saben cuándo morirán y por eso les parece repulsivo ver que alguien se despida de la vida en sus propios términos y renunciando a la posibilidad de seguir padeciendo más sufrimientos de los que desea padecer; o, simplemente, es el deseo desesperado de los detractores de la eutanasia, de aferrarse a la vida, aunque sea obligando a otros a permanecer con vida, sin importar los posibles tormentos que esto conlleve.

En definitiva, es un asunto bastante polémico y delicado, del cual no puedo opinar más allá de mi propia percepción. Gracias por llegar hasta aquí, espero que te haya hecho pensar algo más sobre este tema. Un saludo y que estéis bien!

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Luis Santiago Calle Quirós

Profesional del área de la informática con más de 10 años de experiencia en el diseño de aplicaciones y diseño web. Siempre Atento para aprender